miércoles, 16 de septiembre de 2009

Motivaciones para leer a Vidales


Por Ana Lucía Cardona, "La poesía es un viaje"



Antes de hacer cualquier aproximación a este autor, he de confesar que, siempre se me ha hecho bastante difícil el comentar un poema. Aún más cuando se trata Vidales. Pero ya que se ha puesto esto como requisito para la divulgación de quien considero, uno de los mejores y más desconocidos poetas de esta poco insigne nación, pues asumo el reto, aunque no con algo de reticencia, sólo para generalizar y tal vez pecar un poco.


Una de las cosas que más me gustan de Luís Vidales (algo bastante evidente y ya por otros comentado) es su sencillez, esa capacidad casi infantil de asombrarse ante los elementos más cotidianos, resemantizándolos, dotándoles de una vida que, si bien puede serles propia desde hace tiempo, el observador despistado ha tendido a ignorar. Y no porque su belleza particular no llame la atención o sea trivial, más bien por esa maña que hemos cogido de creer que sólo lo más extraño, enrevesado y confuso es aquello que posee valor y algo de belleza. Y es que la voluptuosidad no sólo está en las protuberancias controladas, los aromas dulces y las actitudes presumidas. La sensibilidad, lo estético, es algo que escapa a los esquemas, algo que reside más en las lecturas desprevenidas, en el asombro. La poesía de Luís vidales, es entre muchisimas otras cosas, asombro, imaginación. Aquello de que pasaría si, la posibilidad de concebir historias como si las cosas fueran seres o viceversa, como un farolito Japonés y su transito cotidiano y corto o una pipa, templo indiferente del tiempo, del mundo, del humo.


Desacralizar es al mismo tiempo una renovación mítica. Eso pasa en la poesía de Vidales.





CRISTOLOGÍA



Las cruces que hay en el mundo


Son trampas puestas por los hombres


Para cazar a Jesucristo



Es verdad que el diablo tiene miedo a la cruz


Pero Jesucristo le tiene mucho más miedo


Y huye donde ve una.



Esto le ocurre


Desde aquella vez


Que le pusieron esa CONDECORACIÓN


Tan grande


Que se enredó en ella


Y se murió.


reto, aunque no con algo de reticencia, sólo para generalizar y tal vez pecar un poco.




Las nubes



Las nubes son almas de mujeres


que perecieron ahogadas.


Mentira.


Las nubes son las ropas blancas


que el viento se lleva


de los alambres de los patios.


También mentira.


Porque


-¿las nubes?-


Naciones que hacen el mapa del cielo.


Continentes


países


islas


las manchas blancas de las nubes.


¡oh! mi patria


Mi única patria.




LOS DOS GATOS



El gato y su sombra. Son dos gatos – pero en realidad no


es más que uno. Esto me explica la divinidad. La sombra es un gato más enigmático.


Es más gato. Así debieran ser todos los gatos. Untados a la pared. Sería bello verlos andar. Entonces tampoco podría dejar un gato arqueado de señal hasta donde he leído.


Pero podría detenerlo en la pared y fijarle debajo un tomito de almanaque. Un almanaque es un pequeño tratado de filosofía. He intentado hacer una definición. ¡Esta tan peligroso! Pero – afortunadamente para mi- el gato ha desbaratado mis ideas – de un salto- y se ha echado en la poltrona – sobre su sombra.



De un envoltorio de piel – que parece como si una mujer lo hubiera dejado sobre la poltrona- sube una musiquilla constipada.



Ahora todo ha quedado en silencio. He visto la musiquilla desteñirse en el aire como un color.

Sobre la foto: Ana Lucía Cardona por mí.








No hay comentarios:

Publicar un comentario