miércoles, 30 de septiembre de 2009

Como un ars poética



Celebro la reciente publicación del sexto libro de la colección "Literatura, Pensamiento y Sociedad" de la Maestría en Literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira. Este es un de esos libros que uno siempre espera ver en circulación. Primero, porque continúa la línea de publicaciones que tiene la Maestría, lo que cada vez le da una mayor proyección e impacto en la literatura que se quiere escribir en la región.

Segundo, por la cercanía con la obra de la autora en la que siempre hay ideas nuevas, formatos estéticos llamativos, reflexión madura. Oxígeno. Tercero, porque después de haberlo leído la gratificación ha sido completa. Creo que lo que ella expone sobre Ética narrativa es lo que siempre he creído que es posible hacer con la literatura y que me explica entonces, a mí mismo, el motivo por el que quiero escribir narrativa. Por eso lo he leído como si fuera un "ars poética", una ruta de navegación que reta mis posibilidades de creación.

Cuando estábamos en el Ciclo de Autores (en la Rueca) tuvimos la oportunidad de escuchar a Susana hablarnos de ese proyecto de investigación que estaba concluyendo. Ahora vemos con satisfacción la publicación de un libro en el que vuelve a manifestarnos su preocupación por el ser humano desde la antropología, la filosofía y la literatura, en esta ocasión a través de la reflexión académica.

Homenaje para Germán Espinosa. Introducción, para muchos de nosotros, del brasileño Guimaraes Rosa.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

"La mamá de los pollitos"

El homenaje a CECILIA CAICEDO rendido en el X Encuentro Regional de Escritores Risaraldenses ha sido un imperativo de hace décadas. Como docente, escritora, conferencista, guía espiritual de muchos de los escritores consagrados que hoy tenemos, la influencia de Cecilia se ha dejado sentir en la mirada cosmopolita con que nos acercamos a la literatura. Elaborar un listado de sus virtudes es una díficil tarea ya que según quien se lo proponga encontrará unas y dejará otras. Yo, para mi blog, quiero verla desde la docencia y la construcción de la diva. Me explico. Es difìcil que a uno le den una pastillita y que después de tomársela uno sea un excelente docente. No, no es así. A uno lo que le toca es tomar de este y de aquel lo que cree es mejor, más pertinente y entonces cuando estoy frente a Cecilia me digo que quisiera recortarle de todo para adherirlo a mí. La pasión con que habla de los temas ella se mueve y se va yendo y se lo va llevando a uno porque su manera de decir las cosas es plástica y cuando uno menos piensa: ¡Pam! Aterriza. El conocimiento y la capacidad de relacionar un tema con otro. Esa orientación cosmopolita que se encuentra en sus conversaciones y que me hace soñar (imaginar tal vez) con que Cecilia escucha a Madonna. Ah, y que sabe escuchar y guiar. Varias veces he asistido a sus charlas y conferencias y veo como hay gente que interviene y se explaya y distrae del tema y uno se pregunta por qué no puede dejar que siga ella... Claro, uno es de los que termina también alzando la mano. Porque es que la opinión de ella sobre lo que tú dices es como para grabarla y lucirla: "Esto dijo la maestra de mí". Recuerdo que en el encuentro del año pasado ella nos hablaba del Ulises y ya era como mediodía, preguntó: ¿y ustedes qué quisieran? y alguien, (Tan de buenas, ni me le sé el nombre porque si no lo aventaba) gritó: "El almuerzo". Muchos se rieron. A mí me dio una piedra...! Está bien que uno con hambre no piensa pero el sacrificio hubiera sido recompensado con la inmortalidad. Ah, la profesora Cecilia sigue siendo mucho para nuestro espíritu provinciano.


¿Será que tengo que explicar por qué para mí es una diva? No creo. Claro que si hay un inconforme, que sería lo ideal, pues que se lea ME HAS SALVADO DE MÍ de Fernando Romero Loaiza y le preste atención cuando se habla de Xexi. Luego, nos tomamos un café en el Bolívar Plaza.


Sobre las fotos: Tomadas por J. LadinoGuapacha en el X Encuentro R. Escritores Risaraldenses y de los artículos de La Tarde y El Diario del Otún.

Breve sobre el X Encuentro Regional de Escritores Risaraldenses


El pasado viernes 11 de septiembre se llevó a cabo en las instalaciones del Ecohotel La Casona, el X encuentro de escritores risaraldense. En esta ocasión el homenaje fue para CECILIA CAICEDO, una reconocida escritora, docente universitaria, formadora de intelectuales y escritores.
En la agenda del día, el profesor FERNANDO ROMERO LOAIZA guió una conferencia sobre la forma en que la literatura habla de la ciudad de Pereira, una visión en la que prima la añoranza por el pasado y que asume la ciudad a partir de la interioridad del sujeto. Con una lectura de fragmentos de poemarios y novelas el profesor Romero supo guiar una lectura de como la literatura va construyendo la ciudad.
Luego vinieron los talleres, los sentidos homenajes y la lectura de los presentes. Ah, qué chévere que nos escuchemos, qué falta la que nos hacen falta las memorias de cada encuentro. Y también, que lástima que el evento no tenga una forma de incidir sobre la población. Porque muy chévere estar en un sitio tan agradable, pero hombre, seguimos en las mismas. Los escritores de la región se quejan de que no son leídos y creo que la ubicación del encuentro nos dice por qué: Nos alejamos de la sociedad, de la ciudad y nos quedamos hablando entre nosotros mismos. Y pues, hasta donde tengo entendido, uno nada más se aleja cuando va a escribir.
¡Felicitaciones a todos! ¡Éxitos en los proyectos que vienen!
Ah, y para no olvidarnos de los nuestros, el profesor Leandro G. lee un poema de NELSON GOYES ORTEGA

Sobre fotos y vídeos: captados por mí, en el Encuentro.

Y algunos que se rezagan

Existe la vocación del literato, es una opción de vida en la que el sujeto se dice a sí mismo: voy a leer y a escribir como forma de justificar mi existencia. Y ya, pare de contar. Pero también es cierto que dicha vocación demanda una dignidad y un compromiso por parte del autor con la sociedad en la que vive. Y entonces, en medio de esos eventos en donde el literato tendría la oportunidad de nutrirse y de abrirse a nuevas experiencias, asistimos a la derrota de los que se rezagan, de los que apostaron, quizá ganaron un poco, pero parece que no aprenden y se estancan.
No hay forma de perfeccionarse en un oficio que no nos estamos inventando, si no es a partir de la crítica. Y pues, triste, que en un evento al que asisten jóvenes, personas que vienen de los pueblos, personas que no han tenido un contacto formal con la academia, se les niegue la oportunidad de cualificarse porque un hombre que no está favorecido por la crítica, se apodera de la palabra para satanizar el oficio del crítico. Eso es triste. Es triste que desde la frustración, el resentimiento, este señor venga a estancar el interés de los demás que verán entonces en los críticos unos sin oficio a los que no hay que prestarles cuidado.
¿Se habrá preguntado este novelista principiante por las posibilidades de su texto si atendiera los llamados del crítico? O mejor aún, ¿De los libros estudiados, cuáles conoce y qué piensa de ellos? Debe de estudiarlos sistemáticamente y ofrecer un nuevo canón entonces si cree que así no se hace el oficio del crítico.
Vuelvo a pensar en la gente que como yo, joven, provinciano, con una educación "básica", asiste a los momentos de encuentro de los literatos. De hacerle caso a este señor que se fue en chistes contra el crítico, antes que perderme de la oportunidad de fortalecer mi escritura, me perdería de leer los libros que el crítico rescata del olvido y que no pertenecen precisamente al círculo universitario. Valencia Solanilla ha rescatado los valores de dos novelas de un autor que pocos conocen Gilberto Arias Ospina: GRINGOS PAI y JAIBANÁ. ENERGÍA INDÍGENA y que de seguro, a partir del libro crítico, estas novelas obtendrán un público más amplio, maduro, agradecido por la novedad que introduce Arias Ospina en nuestras letras.
Quizá el señor este, aquel que no favoreció la crítica, nunca nos diga en un evento de literatos cuál es la autoevaluación que puede hacerse. Pero ojalá que sí aparezca la gente que como Arias Ospina ha sido desempolvada y puesta de nuevo en circulación.

Señor novelista: por favor, en un libro de críticas deje de leer sólo donde hablan de usted.


Sobre la foto: Portadas de los libros en cuestión, tomadas en mi mesa de estudio de Villa del Cerro.


Motivaciones para leer a Vidales


Por Ana Lucía Cardona, "La poesía es un viaje"



Antes de hacer cualquier aproximación a este autor, he de confesar que, siempre se me ha hecho bastante difícil el comentar un poema. Aún más cuando se trata Vidales. Pero ya que se ha puesto esto como requisito para la divulgación de quien considero, uno de los mejores y más desconocidos poetas de esta poco insigne nación, pues asumo el reto, aunque no con algo de reticencia, sólo para generalizar y tal vez pecar un poco.


Una de las cosas que más me gustan de Luís Vidales (algo bastante evidente y ya por otros comentado) es su sencillez, esa capacidad casi infantil de asombrarse ante los elementos más cotidianos, resemantizándolos, dotándoles de una vida que, si bien puede serles propia desde hace tiempo, el observador despistado ha tendido a ignorar. Y no porque su belleza particular no llame la atención o sea trivial, más bien por esa maña que hemos cogido de creer que sólo lo más extraño, enrevesado y confuso es aquello que posee valor y algo de belleza. Y es que la voluptuosidad no sólo está en las protuberancias controladas, los aromas dulces y las actitudes presumidas. La sensibilidad, lo estético, es algo que escapa a los esquemas, algo que reside más en las lecturas desprevenidas, en el asombro. La poesía de Luís vidales, es entre muchisimas otras cosas, asombro, imaginación. Aquello de que pasaría si, la posibilidad de concebir historias como si las cosas fueran seres o viceversa, como un farolito Japonés y su transito cotidiano y corto o una pipa, templo indiferente del tiempo, del mundo, del humo.


Desacralizar es al mismo tiempo una renovación mítica. Eso pasa en la poesía de Vidales.





CRISTOLOGÍA



Las cruces que hay en el mundo


Son trampas puestas por los hombres


Para cazar a Jesucristo



Es verdad que el diablo tiene miedo a la cruz


Pero Jesucristo le tiene mucho más miedo


Y huye donde ve una.



Esto le ocurre


Desde aquella vez


Que le pusieron esa CONDECORACIÓN


Tan grande


Que se enredó en ella


Y se murió.


reto, aunque no con algo de reticencia, sólo para generalizar y tal vez pecar un poco.




Las nubes



Las nubes son almas de mujeres


que perecieron ahogadas.


Mentira.


Las nubes son las ropas blancas


que el viento se lleva


de los alambres de los patios.


También mentira.


Porque


-¿las nubes?-


Naciones que hacen el mapa del cielo.


Continentes


países


islas


las manchas blancas de las nubes.


¡oh! mi patria


Mi única patria.




LOS DOS GATOS



El gato y su sombra. Son dos gatos – pero en realidad no


es más que uno. Esto me explica la divinidad. La sombra es un gato más enigmático.


Es más gato. Así debieran ser todos los gatos. Untados a la pared. Sería bello verlos andar. Entonces tampoco podría dejar un gato arqueado de señal hasta donde he leído.


Pero podría detenerlo en la pared y fijarle debajo un tomito de almanaque. Un almanaque es un pequeño tratado de filosofía. He intentado hacer una definición. ¡Esta tan peligroso! Pero – afortunadamente para mi- el gato ha desbaratado mis ideas – de un salto- y se ha echado en la poltrona – sobre su sombra.



De un envoltorio de piel – que parece como si una mujer lo hubiera dejado sobre la poltrona- sube una musiquilla constipada.



Ahora todo ha quedado en silencio. He visto la musiquilla desteñirse en el aire como un color.

Sobre la foto: Ana Lucía Cardona por mí.